domingo, 11 de mayo de 2014

Los otros Wotan. Grandes bajo-barítonos wagnerianos

Los que seguís habitualmente el blog, sabéis que cuando hablo de Wotan, generalmente me suelo referir a Hans Hotter, el más grande de los bajo-barítonos que el disco ha recogido. Una entrada titulada Los otros Wotan, tiene que hablar, inexcusablemente, de otros grandes cantantes que han destacado en el papel del padre de los dioses, o en alguno de los otros dos grandes para la cuerda de bajo-barítono, Hans Sachs y El holandés. Tres son los cantantes de los que voy a hablar. Hay más, pero creo que los Rudolf Bockelmann, Wilhelm Rode, Joel Berglund, Jaro Prohaska, Josef Metternich, Josef Herrmann o los más recientes Thomas Stewart, Theo Adam, Simon Estes o Donald McIntyre están un escalón por debajo de estos otros tres a los que me voy a referir. Tampoco me voy a comentar nada de cantantes en activo como Bryn Terfel o René Pape, este último un bajo reconvertido, que como veremos, no es un caso único. Hay otro cantante más, pero dada su importancia, en un futuro espero que no muy lejano, le corresponderá una entrada en el blog. Me refiero a George London, una de las voces más bellas de la cuerda de bajo-barítono de la historia del sonido grabado.


1. Friedrich Schorr (1888 - 1953)


Considerado muchas veces como el que puede haber sido el mejor Hans Sachs de la historia, tiene en su contra dos circunstancias, su fecha de nacimiento, aún en el siglo XIX, y su relativamente rápido deterioro vocal, que hace que de él no conservemos ningún documento completo en buena forma. Además, los documentos completos, de finales de los años treinta y cuarenta del pasado siglo, tampoco lo son. Obtenidos en su gran mayoría en el Metropolitan de Nueva York, presentan cortes, en ocasiones muy graves que limitan el interés de las versiones. Pero aún con estos condicionantes, los registros acústicos y eléctricos de los años veinte y principio de los treinta son suficientes para que podamos apreciar una de las voces de bajo-barítono más bellas que han existido

Friedrich Schorr nació en Nagyvárad (Imperio Austro-Húngaro, hoy Oradea en Rumanía) el 2 de septiembre de 1888. Era hijo de Mayer Schorr, el cantor principal de la Gran Sinagoga de Viena. Estudió en Brünn (Brno) y Viena. Debutó profesionalmente en Graz en 1912, con el papel de ¡Wotan en La Walkyria! Tenía sólo veinticuatro años.

Friedrich Schorr

Praga y Colonia fueron los siguientes destinos del joven Schorr, hasta que en 1923 fue contratado por la Staatsoper Unter den Linden de Berlin, teatro al que estaría vinculado hasta 1931. Se sucedieron los debuts en los grandes teatros, Viena en 1923, Covent Garden de Londres y Metropolitan de Nueva York en 1924 y el Festival de Bayreuth en 1925. Schorr fue un habitual del Bayreuth de Siegfried Wagner, donde cantó Wotan y el Caminante, el Holandés y Hans Sachs. Fue uno de los portadores del féretro de Siegfried Wagner, fallecido el 4 de agosto de 1930 en pleno Festival.

Los vientos políticos en Alemania, que no hacían presagiar nada bueno y la dirección del Festival de Bayreuth por parte de Winifred Wagner, hicieron que Schorr abandonase el Festival en 1931. También dejó Berlin. En Viena cantó hasta 1936.

En 1931 se instaló en Estados Unidos, donde acabó recibiendo la nacionalidad estadounidense. Cantó el repertorio alemán en el Metropolitan de Nueva York. A partir de 1935 se deterioró el registro agudo de la voz de Friedrich Schorr. Cantó hasta que en 1943, con la voz muy gastada. Desde ese año se dedicó a la enseñanza, hasta su fallecimiento en Farmington (Connecticut) el 14 de agosto de 1953.  

No hay muchos documentos del Wotan de Schorr en buen estado vocal.  Este documento de la intervención de Wotan en la Entrada de los dioses en el Walhalla de El oro del Rin, obtenida en Berlin en 1927, con la Staatskapelle y el gran Leo Blech a la batuta,  permite apreciar al cantante, con una voz fresca y poderosa.
  

Pero claro, en una entrada que se titula Los otros Wotan, no puede faltar la gran escena del padre de los dioses. Friedrich Schorr en 1927 de nuevo con Leo Blech y la Staatskapelle de Berlin nos ofrecen la versión con mejor calidad sonora, y con Schorr en buen estado vocal, de la Despedida de Wotan en La Walkyria.





Como ya hemos comentado, Friedrich Schorr pasa por haber sido el mejor Sachs de la historia. Hans Hotter, por razones que ni él mismo se explicaba, decidió dejar este puesto vacante. Muchos son los documentos de Schorr cantando al zapatero-poeta. Aquí vamos a recuperar sus principales escenas. Comenzamos con el Monólogo del saúco. No está disponible la versión de estudio, pero podemos escuchar la del Metropolitan de Nueva York con dirección de Artur Bodanzky en 1936. Los problemas vocales habían comenzado, pero aún no eran tan evidentes como en los registros de los años cuarenta.




El Monólogo de la ilusión del tercer acto de Los maestros cantores de Núremberg, proviene de un registro con la Staatskapelle de Berlin en 1929, con la dirección de Leo Blech. Aquí Schorr está en perfecta forma vocal, y demuestra aquello de que fue el Sachs más grande de su época, y quizá de todas si hubiera registros completos que avalasen su actuación.




Para despedir a Friedrich Schorr, un auténtico tesoro. El Quinteto del tercer acto de Los maestros cantores de Núremberg, grabado en Londres, con su Sinfónica en 1931. Dirige el grandísimo Sir John Barbirolli, y acompañan a nuestro Sachs Elisabeth Schumann como Eva, Lauritz Melchior como Walther, Gladys Parr como Magdalene y Ben Williams como David. Esta grabación es uno de esos regalos de tiempos pasados que hay que disfrutar una y otra vez.




2. Paul Schöffler (1897 - 1977)


Con Paul Schöffler estamos ante otro de los dos cantantes que se disputa el premio de haber sido el mejor Sachs que el disco ha recogido. Fue el protagonista de la primera grabación de estudio de Los maestros cantores de Núremberg, realizada en Viena entre 1950 y 1951 con la Filarmónica para el sello Decca. En el podio estaba Hans Knappertsbusch. Además de esta grabación hay otras cinco completas, Bayreuth 1943, con Hermann Abendroth, Viena 1944 con Karl Böhm, grabación radiofónica a la que falta la primera escena del tercer acto, Metropolitan de Nueva York 1952 y 1953 con Fritz Reiner y algunos cortes y Viena 1955, también con Reiner en el Festival de Reapertura de la Ópera Estatal de Viena. Esta última, junto a las de Knappertsbusch y Abendroth, es la más interesante.


Paul Schöffler



Paul Schöffler nació en Dresde el 15 de septiembre de 1897. Tras sus estudios en Berlín y Milán fue contratado por la Ópera de Dresde en 1924. En 1937 pasó a formar parte de la compañía de la Ópera Estatal de Viena, a la que estuvo vinculado hasta su retirada de los escenarios en 1972.

En Bayreuth cantó el papel de Hans Sachs en los Festivales de Guerra de 1943 y 1944. Sólo volvió en 1956 para cantar El holandés errante, obra de la que, por desgracia, no existe grabación.

Participó en el Festival de Salzburgo en diferentes ediciones entre 1938 y 1962. Schöffler fue además invitado habitual de los grandes escenarios del mundo, Ópera de París, Covent Garden de Londres, Scala de Milán y Metropolitan de Nueva York.

Además de destacadísimo intérprete wagneriano, Schöffler fue un grandísimo mozartiano. Cantó el papel del Conde en Las bodas de Fígaro de Mozart en ciento tres ocasiones. Fue además un excelente traductor de las obras de Richard Strauss.

Pese a haber sido uno de los grandes bajo-barítonos wagnerianos, su discografía del Maestro de Bayreuth es más bien escasa. Completos sólo tenemos su Hans Sachs, su Amfortas, en la grabación más antigua de un Parsifal completo (RAVAG de Viena, 1948 con Rudolf Moralt), y su Kurwenal. Por desgracia, no hay registros completos de sus Wotan u Holandés.

Paul Schöffler falleció en Amersham, Inglaterra, el 21 de noviembre de 1977.

Escuchemos a Schöffler en uno de los papeles que le hicieron famoso, el malvadísmo villano Don Pizarro, del Fidelio de Ludwig van Beethoven. Schöffler matiza y da un personaje inteligentemente cruel, sin abusar de la brutalidad. El registro es de la mítica grabación del Festival de Salzburgo de 1950, con la Orquesta Filarmónica de Viena, dirigida por Wilhelm Furtwängler. Este registro, quizá el mejor Fidelio recogido en disco contó con Kirsten Flagstad, Elisabeth Schwarzkopf, Julius Patzak, Josef Greindl y Anton Dermota como resto de solistas. Creo que no hace falta decir nada más.


Hemos comentado que Schöffler fue un destacado straussiano. En el Festival de Reapertura de la Ópera de Viena en 1955, Schöffler no pudo cantar la prodigiosa La mujer sin sombra de Richard Strauss, estaba muy ocupado cantando Sachs en Los maestros cantores. Meses después, el sello Decca decidió grabar en estudio La mujer sin sombra con el reparto del Festival. Sólo hubo un cambio, Barak fue cantado aquí por Paul Schöffler, más adecuado que, el por otra parte excelente, Ludwig Weber de la representación en vivo. Esperemos que en este Año Strauss, Decca reedite esta joya. Escuchemos pues el final del primer acto de La mujer sin sombra  de Richard Strauss, con Paul Schöffler y los conjuntos de la Ópera Estatal de Viena, Filarmónica incluida, dirigidos, y cómo, por Karl Böhm.




Pasemos ya a Wagner. El gran Monólogo de la ilusión del más humano acto tercero de Los maestros cantores jamás registrado, Ángel-Fernando Mayo dixit. Paul Schöffler, la Orquesta Filarmónica de Viena y Hans Knappertsbusch en una grabación Decca de 1950-51.



Pero esta entrada se titula Los otros Wotan, y pese a que no contemos con ningún ejemplo completo del Wotan de Paul Schöffler, si tenemos varios de su gran escena, la Despedida de Wotan de La Walkyria. Aquí le acompaña la Orquesta Filarmónica de Viena con dirección de Rudolf Moralt (1950).




3. Ferdinand Frantz (1906 - 1959)


Ferdinand Frantz nació en Kassel el 8 de febrero de 1906. Hizo su debut en su ciudad natal en 1927. Cantó en los teatros de Chemnitz y Halle hasta que en 1937 pasó a formar parte de la Ópera de Hamburgo. Permaneció en la ciudad hanseática hasta 1943, ano en que fue contratado por la Ópera Estatal de Baviera, en la que permaneció hasta su prematuro fallecimiento en Múnich el 25 de mayo de 1959.


Ferdinand Frantz

El caso de Ferdinand Frantz fue de una terrible mala suerte. Un hombre dotado de una voz espectacular, estereofónica, le leí muy acertadamente a Joaquín Martín de Sagarminaga en la crítica a uno de sus discos. Bajo en origen, pasó desde muy joven a cantar papeles de bajo-barítono, como en la actualidad está haciendo René Pape. El problema en lo artístico de nuestro cantante no fue otro que Hans Hotter, tres años más joven, pero aún con mejores cualidades vocales. Hoy que es díficil encontrar un Wotan en condiciones y en los años cincuenta podías elegir entre Hotter, Frantz, Schöffler, London o Uhde, por sólo hablar de los fuera de serie.

Ferdinand Frantz nunca cantó en Bayreuth, Wotan fue patrimonio exclusivo de Hans Hotter entre 1952 y 1958 en la Colina Verde. 

Pero, como hemos comentado, Hotter dejó vacante el trono de Hans Sachs. Y a ocuparlo corrió Ferdinand Frantz, en dura pugna con Paul Schöffler. El resultado, Schöffler poseía una voz más adecuada, pero Frantz consiguió interpretar mejor al zapatero-poeta. La suerte de Ferdinand Frantz fue ser el protagonista de las dos mejores grabaciones de Los maestros cantores de Núremberg. La primera y mejor grabación de la obra a distancia de todas las demás, fue una registro en vivo de la Ópera de Baviera de 1955 (Orfeo). En el foso, cómo no, el viejo Hans Knappertsbusch. En esta bellísima interpretación, nos enteramos, sin ninguna duda, de que Sachs está enamorado de Eva, pero renuncia a ella y la ayuda a casarse con su amado Walther. La segunda gran interpretación es la de Rudolf Kempe en estudio, con la Filarmónica de Berlín (EMI, 1956). Escuchemos de esta extraordinaria grabación con Kempe el Monólogo del saúco del acto segundo.





Y escuchemos ahora el final de Los maestros cantores de Núremberg en la versión, aún mejor, de Hans Knappertsbusch en vivo en el Teatro del Príncipe Regente de Múnich en 1955. Frantz comete un error al adelantarse (3:27), pero consigue arreglarlo. Pensemos en que Sachs es un papel muy largo y esto es una representación en vivo. Al público no le importa lo más mínimo el fallo y la gran ovación empieza antes de que acabe la obra.





Ferdinand Frantz estuvo casado con la soprano dramática Helena Braun (1903-1990), que fue miembro de la compañía de la Ópera de Baviera y fue cantante apreciada por Hans Knappertsbusch, con el que tiene una bellísima Isolde, con el Rey Marke de Ferdinand Frantz, o sea matrimonio también en la ficción. En una de las primeras grabaciones de estudio de Lohengrin Braun y Frantz volvieron a casarse en la ficción, encarnando a los malísimos Ortrud y Friedrich von Telramund. Eugen Jochum dirige a la recién creada Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera en esta grabación de estudio de 1952, de la primera escena del acto segundo.



Del imponente Wotan de Frantz tenemos muchos ejemplos, desde la primera grabación radiofónica completa del Anillo en Viena (RAVAG, 1949) dirigida por Rudolf Moralt, hasta los Anillos de Furtwängler en la Scala de Milan (1950) y con la RAI de Roma (1953), este último en registro oficial del sello EMI. Hay además grabaciones procedentes del Metropolitan de Nueva York.

En 1954 el sello EMI decidió acometer la peliaguda tarea de la grabación del primer Anillo del Nibelungo en estudio. Se contó para ello con Wilhelm Furtwängler, y la elegida para registrarse en primer lugar fue La Walkyria. La suerte sonrió esta vez a Ferdinand Frantz, Furtwängler, que le conocía muy bien, le eligió a él y no a Hotter, de todos modos éste grababa para otro sello discográfico. Pero la suerte le duró muy poco a Ferdinand Frantz, Wilhelm Furtwängler falleció días más tarde de completar el registro completo de La Walkyria. El proyecto quedó inacabado.

Escuchemos pues a Ferdinand Frantz en la Despedida de Wotan que fue, por desgracia, la despedida de Furtwängler de este mundo. El gran director berlinés dirige a la Orquesta Filarmónica de Viena en esta grabación de 1954.



Y la poca fortuna hizo que Frantz falleciera prematuramente en 1959. El tiempo, que generalmente pone las cosas en su sitio, ha sido justo con Ferdinand Frantz, las grabaciones en vivo y la reedición de documentos olvidados han recuperado la figura de uno de los mejores bajo-barítonos de la historia, que tuvo que vivir a la sombra del arte del inmenso Hans Hotter.

Despedimos ya a Ferdinand Frantz cantando otro Wotan, la Cabalgada nocturna de Odín de Carl Loewe, autor del que nuestro cantante fue un excelente traductor.










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