lunes, 24 de octubre de 2016

Nipper and His Master's Voice

La entrada de hoy cuenta algo de la historia de la música grabada y de uno de sus símbolos que, creo, gustará a los amantes de los animales.

Hoy en día es casi imposible distinguir los antiguos sellos discográficos. Tres grandes multinacionales se han hecho con todos los sellos históricos y van lanzadas a su particular ocaso de los dioses, mientras no dejan de maltratar a los buenos aficionados que las hicieron grandes con sus compras. De las tres megaempresas de entretenimiento que dominan gran parte del saturado mercado de la música clásica, sólo Universal, propietaria de Deutsche Grammophon y DECCA mantiene la imagen de los antiguos sellos discográficos, eso si, hizo desaparecer a Philips integrándolo en el catálogo de DECCA. Sony Classical se hizo con CBS y RCA. Sólo RCA mantiene una cierta identidad, las aniguas grabaciones de CBS aprecen bajo el logo de Sony. Peor le ha ido a la vieja EMI. Adquirida definitivamente por Warner, al igual que TELDEC, ha perdido su antigua personalidad, con uno de los fondos de catálogo más importantes del mundo, y aparece sólo bajo el sello Warner.

Cuando me he referido a algunas antiguas marcas, RCA por ejemplo, hablo sólo de su catálogo clásico. Hay algunas de estas firmas que mantienen su independencia en sus catálogos de de música pop o rock. Ese es tema para otro blog, que seguro que los hay y que saben muchísimo más de este asunto.

El "Sello Rojo" de las grabaciones de RCA


Hoy en día, resulta ya imposible ver aquellos míticos discos con, por ejemplo, el Red Seal de RCA excepto en esas series de estilo vintage que la mayoría de discográficas han llamado Originals en un alarde de originalidad, sin precedentes.






Sin embargo, hay un logotipo de marca que se hizo mítico y que gracias a la desaparición de EMI como sello, ha caído en el más negro de los olvidos. Se trata de esa imagen en la que aparecía un gramófono con perrito escuchando atentamente. El dibujo iba acompañado por la leyenda His Master's Voice o La voz de su amo en español.




Lo que muchos aficionados no saben es que ese perro existió en realidad allá a finales del siglo XIX. Su nombre era Nipper. Al parecer Nipper fue encontrado en la calle en 1884 por Mark Barraud en Bristol. Mark Barraud estuvo muy interesado en el fonógrafo desde sus primeros pasos y tenía bastantes cilindros.

No debemos confundir fonógrafo con gramófono. El primero, inventado por Thomas Alva Edison grababa y reproducía cilindros de cartón, cera, estaño y otros materiales. El gramófono reproducía grabaciones realizadas sobre un disco de pizarra. Fue un invento posterior, patentado por Emil Berliner y tuvo gran éxito como reproductor de sonido hasta la llegada de los discos de larga duración.



Fonógrafo de Edison

Mark Barraud falleció y su perro Nipper fue adoptado por el hermano menor de Mark, Francis Barraud, que era pintor. Un día, por casualidad, Francis se fijó en el perro. Estaba escuchando el fonógrafo. Aquí la historia es un poco incierta. La leyenda cuenta que lo que había escuchado Nipper era un cilindro con la voz de Mark y el animalito había reconocido la voz de su amo. No está comprobado, lo más seguro es que no sea cierta esta parte y que el perro escuchase la música como hacen muchos animales cuando suena la música en casa, pero vamos a darla por buena porque hace aún más bella la historia.




Gramófono con el logo de Nipper

Francis Barraud pintó a Nipper escuchando el fonógrafo. Después se le ocurrió la idea de ofertar el dibujo a la Compañía Edison-Bell de Londres, que no estuvo interesada en el cuadro de Barraud. En 1899 The Grammophon Company si estuvo interesada en el cuadro. Barraud tuvo que rehacer la obra, pues había que sustituir el fonógrafo por un gramófono. De esta forma, la imagen de Nipper escuhando la voz de su amo en el gramófono, se convirtió en uno de los logotipos de empresa más famosos de la historia. Dada la complejidad de las fusiones y adquisiciones entre los sellos discográficos desde su inicio el logo pasó por varias empresas hasta que se vinculó definitivamente a la firma británica EMI.

Nipper vivió con Francis Barraud hasta su muerte en 1895 por causas naturales. Fue enterrado en un parque rodeado de magnolios.

Ya sabemos que en este blog no puede faltar la música, así que vamos a ver una recreación de cómo se grababa un disco en los años veinte del pasado siglo. Estamos en plena época acústica, aún no se ha inventado el micrófono, por tanto el sonido es recogido por unas grandes bocinas en las que el cantante casi tiene que meter la cabeza. La orquesta queda reducida a unos pocos instrumentos de sonido ratonero. En el vídeo, Lauritz Melchior está grabando la Canción del Premio de Los maestros cantores de Núremberg de Richard Wagner y, de paso, está perdiendo los nervios con el ingeniero de sonido. Os recomiendo que veáis el vídeo hasta el final, pues tiene una sorpresa.


 

martes, 18 de octubre de 2016

¡Escuchad aún cómo vine a vosotros!

Cuando el 28 de agosto de 1850 comenzaron a sonar en el Teatro de la Corte de Weimar los primeros acordes del preludio de Lohengrin de Richard Wagner, el público nunca había escuchado nada igual.

Franz Liszt había alzado la batuta y cuatro violines habían iniciado un hermoso acorde en la mayor. Sobre ese marvilloso motivo se desarrollaba todo el preludio. El tema crecía hasta llegar a un maravilloso climax coronado por el metal y los platillos. Después se iba poco a poco volviendo más etéreo hasta disolverse en la nada.


Franz Liszt hacia 1839

Wagner nos explicaría más tarde que el preludio de Lohengrin representaba la entrega del Grial por parte de los ángeles a los hombres de buena voluntad. Él sabía que era una cosa totalmente nueva, por ello en el desarrollo de la ópera el tema del preludio apenas aparece. Sólo cuando se hace referencia al misterioso caballero sin nombre se hace presente en la orquesta, pero sin llegar a desarrollarse, Wagner nos lo escamotea en seguida. En 1848, cuando está finalizando la composición de la obra, Wagner es poseedor de todos los recursos teatrales. Sabe que para que el impacto en el público sea duradero, el tema del Grial sólo debe aparecer en su máximo esplendor en el momento de máxima tensión dramática de la obra. Eso va a ocurrir en el tercer acto, cuando el caballero se vea obligado a responder a Elsa que ha formulado la pregunta prohibida.

Lohengrin. Preludio del Acto I. Orquesta Filarmónica 
de Viena. Dirección, Wilhelm Furtwängler



Pero en la primavera de 1849 Wagner se ha metido en serios problemas políticos. Su participación en las Revueltas de Dresde hará que nuestro compositor tenga que huir a Suiza, con la ayuda de Franz Liszt. A Wagner le espera más de una década en el exilio. 

Desde que había empezado a ser famoso, Wagner siempre había dirigido o supervisado el estreno de sus obras. Con Lohengrin no lo va a poder hacer. Va a tener que confíar en el noble Franz Liszt, que con los modestos medios a su disposición se ha propuesto estrenar la obra de su amigo.

Se conserva una abundante correspondecia entre Liszt y Wagner del año 1850. Wagner resuelve dudas y da aclaraciones a su amigo sobre distintos aspectos de la partitura. En una carta de agosto de 1850, Wagner pide a su amigo que corte la segunda parte del Relato del Grial.


Carta de Agosto de 1850 en la que Wagner pide a Liszt que corte la segunda parte del Relato del Grial

Wagner al estudiar su obra para el estreno, se había dado cuenta de algo. Esta segunda parte era redundante. No aportaba dramáticamente nada a la obra. Además, si bien contiene bella música, toda la música de Lohengrin lo es, comparada con la primera parte del relato, su calidad es muy inferior.

Así se estrenó Lohengrin. Aquí no podemos hablar de un corte, pues fue deseo del compositor retirar esta página antes del estreno.

A partir del estreno si se produjeron cortes. Fundamentalmente uno, ya tradicional, en el acto III. Tras el Relato del Grial hay un concertante en el que el caballero explica que debe irse, pues ha sido revelada su identidad, pero antes predice al Rey su victoria frente a los húngaros. Sólo después se produce la segunda aparición del cisne. Los escenógrafos, Bayreuth incluido, y algunas grabaciones de estudio, practican esa poda musical. Es cierto que este corte funciona dramáticamente, pues inmediatamente de saber que el caballero es Lohengrin, el hijo del Rey del Grial, ya está allí el cisne para llevarlo a casa. Pero por otra parte, el corte escamotea información que intuimos, pero que no es confirmada.

De esta forma se representó Lohengrin, con o sin cortes durante más de ochenta años. Pero, a veces, los deseos de los compositores no siempre se cumplen.

Nos vamos a 1936. El 19 de julio se inaugura el Festival de Bayreuth. Ese año está programado Lohengrin, para inaugurar el Festival en una nueva producción. El reparto es espectacular. El mejor que se puede reunir para esta obra. Franz Völker es Lohengrin. Maria Müller una Elsa de lujo. Para la pareja negra Jaro Prohaska y la espectacular Margarete Klose. Josef von Manowarda cantará el papel del Rey Enrique. Pero por si fuera poco, al frente de los conjuntos se encuentra Wilhelm Furtwängler.

Thomas Mann, el Premio Nobel de Literatura, escuchó esta representación por la radio, en Zúrich, donde se encontraba exiliado tras la llegada al poder de los nazis. Al llegar al Relato del Grial se sorprendió. La narración continuaba. Para esta representación se había recuperado la página que Richard Wagner había retirado en agosto de 1850. Habían transcurrido casi ochenta y seis años para que esta música se escuchase por primera vez.

En la sala del festival, otro oyente, sentado en el llamado Palco de la Familia, también se sorprendió y así se lo hizo notar a Winifred Wagner. Se trataba de Adolf Hitler, que ojalá nunca hubiese puesto sus pies en el teatro.

Así pues, quedó el Relato del Grial, con la parte que todos conocemos.



In fernem Land, unnahbar euren Schritten,
liegt eine Burg, die Monsalvat genannt;
ein lichter Tempel stehet dort inmitten,
so kostbar als auf Erden nichts bekannt;
drin ein Gefäß von wundertät’gem Segen
wird dort als höchstes Heiligtum bewacht.
Es ward, dass sein der Menschen reinste pflegen,
herab von einer Engelschar gebracht.
Alljährlich naht vom Himmel eine Taube,
um neu zu stärken seine Wunderkraft:
Es heißt der Gral, und selig reinster Glaube
erteilt durch ihn sich seiner Ritterschaft.
Wer nun dem Gral zu dienen ist erkoren,
den rüstet er mit überirdischer Macht;
an dem ist jedes Bösen Trug verloren,
wenn ihn er sieht, weicht dem des Todes Nacht;
selbst wer von ihm in ferne Land entsendet,
zum Streiter für der Tugend Recht ernannt,
dem wird nicht seine heil’ge Kraft entwendet,
bleibt als sein Ritter dort er unerkannt.
So hehrer Art doch ist des Grales Segen,
enthüllt muss er des Laien Auge fliehn;
des Ritters drum sollt Zweifel ihr nicht hegen,
erkennt ihr ihn – dann muss er von euch ziehn.
Nun hört, wie ich verbot’ner Frage lohne:

Vom Gral ward ich zu euch daher gesandt:
Mein Vater Parzival trägt seine Krone,
Sein Ritter ich – bin Lohengrin genannt.
En un país lejano, inaccesible a vuestros pasos,
hay un castillo, que se llama Montsalvat,
en su centro hay un luminoso templo luz,
tan precioso como no hay otro en el mundo;
dentro hay  una vasija de milagrosa bendición
vigilada como la más santa reliquia.
para que los hombres más puros la custodien,
una hueste de ángeles allí la llevó.

Cada año, una paloma desciende del Cielo,
para renovar su maravilloso poder:
Se llama el Grial, y la fe más pura y bendita
comparte por su Hermandad de Caballeros.

Quien es elegido para servir al Grial,
obtiene un poder sobrehumano;
contra él pierde toda artimana maligna,
una vez se ha visto, cede la noche de la muerte;

Quien es es enviado por él a tierras lejanas,
nombrado como defensor de la virtud,
no se verá privado de su santo poder,
siempre que, como su caballero, sea ignorado.
La bendición del Grial es tan maravillosa,
que cuando se revela, rehuye a los no iniciados.
Así pues, nadie debe dudar del caballero,
pues si es reconocido tendrá que abandonarlos.

¡Ahora, oid cómo respondo a la pregunta prohibida!
Fui enviado a vosotros por el Grial:
mi padre Parzival lleva su corona,
yo, su caballero… me llamo Lohengrin.


Y con la parte que se redescubrió a partir de 1936.



Nun höret noch, wie ich zu euch gekommen!
Ein klagend Tönen trug die Luft daher,
daraus im Tempel wir sogleich vernommen,
dass fern wo eine Magd in Drangsal wär’.
Als wir den Gral zu fragen nun beschickten,
wohin ein Streiter zu entsenden sei,
da auf der Flut wir einen Schwan erblickten,
zu uns zog einen Nachen er herbei:
mein Vater, der erkannt des Schwanes Wesen,
nahm ihn in Dienst nach des Grales Spruch,
denn wer ein Jahr nur seinem Dienst erlesen,
dem weicht von dann ab jedes Zaubers Fluch.
Zunächst nun sollt’ er mich dahin geleiten,
woher zu uns der Hilfe Rufen kam,
denn durch den Gral war ich erwählt zu streiten,
darum ich mutig von ihm Abschied nahm.
Durch Flüsse und durch wilde Meereswogen
hat mich der treue Schwan dem Ziel genaht,
bis er zu euch daher ans Ufer mich gezogen,
wo ihr in Gott mich alle landen saht.


¡Escuchad aún cómo vine a vosotros!
Un tono lastimero trajo allá el aire,
que en el templo fue enseguida escuchado,

de donde lejos una dama sufría.
 Cuando preguntamos al Grial,

dónde debíamos enviar a un campeón,
sobre las aguas vimos un cisne
que arrastraba un esquife.


Mi padre reconoció la naturaleza del cisne,
lo tomó a nuestro servicio por orden del Grial,
pues tras un año a su servicio, 

quedaría liberado de su mágica maldición.
Primero tuvo que acompañarme aquí,
de dónde nos llegó la llamada de auxilio,
cuando por el Grial fui elegido para la lucha,

valeroso me despedí de él.

A través de ríos y de las salvajes olas del mar
hasta la meta me ha llevado el fiel cisne,
hasta vosotros me ha arrastrado a la orilla,
donde vosotros en Dios me vistéis tomar tierra.

En este Festival de 1936 se hicieron algunas grabaciones. De la radio, con sonido deficiente se conserva algo del Lohengrin de Furtwängler. Pero además se grabó, en condiciones de estudio,  con sonido excelente, para la época, alguna que otra página de Siegfried y Lohengrin bajo la dirección de Heinz Tietjen. Entre ellas está el Relato del Grial con su segunda parte cantado por Franz Völker.







Después de escuchar completo el Relato del Grial, os lanzo la pregunta ¿hizo bien Wagner en eliminar la segunda parte, o fue una decisión errónea que nos privó de una bella música?

Para terminar, comentar que sólo hay dos grabaciones completas con la segunda parte del Relato del Grial. Erich Leinsdorf con la Sinfónica de Boston en 1965, cantado por Sandor Konya. Grabación de estudio de RCA. La segunda es la de Daniel Barenboim con la Staatskapelle Berlin en 1998, con Peter Seifert y grabada por TELDEC.