lunes, 8 de diciembre de 2014

"La hija vuelve del encuentro con su amante" o la "mini-ópera" de Sibelius

Jean Sibelius (1865-1957), nació cuando el medio de transporte era el carro tirado por caballos y falleció el año en que los soviéticos pusieron en la órbita terrestre el primer satélite artificial de la historia, el Sputnik 1. Nació cuando no existía Finlandia y falleció cuando su patria era ya un país libre y con una cultura propia.


Sibelius en 1891


La construcción de Finlandia como país debe mucho a dos figuras de la cultura del siglo XIX, Elias Lönnrot (1802-1884), que reunió los mitos finlandeses en la epopeya Kalevala, escrita en finlandés. Lönnrot es considerado el segundo padre del idioma, tras Mikael Agricola, que tradujo la Biblia al finlandés en el siglo XVI.

La otra gran figura cultural de Finlandia en el siglo XIX y también en el XX fue Jean Sibelius. Sibelius basó muchas de sus obras en el Kalevala de Lönnrot, pero no llegó a componer ninguna ópera, ni sobre la epopeya nacional finlandesa, ni sobre otro asunto.

Sin embargo, Sibelius si se sintió atraído por la ópera. En 1893 comenzó con un gran proyecto basado en el Kalevala, la obra se titulaba La construcción del barco (Veenen luominen). Este barco nunca llegó a buen puerto, pero de sus esbozos musicales, especialmente del preludio, nació una de las obras más importantes de Sibelius, El cisne de Tuonela (Tuonelan joutsen), uno de los poemas sinfónicos del ciclo Cuatro Leyendas, op 22 que tiene como protagonista a Lemminkäinen, el héroe del Kalevala.



El cisne de Tuonela. Orquesta Sinfónica de la Radio de Finlandia, 
dirigida por Esa-Pekka Salonen

Hay quien considera la brevísima, y casi desconocida, La doncella en la torre (Jungfrun i tornet) como la ópera de Sibelius. Mi opinión es que no llega a tanto, se queda en escena dramática. La obra estrenada en 1896 fue un fracaso y, quizá, influyó en la decisión de Sibelius de abandonar el mundo de la ópera.

Pero aunque no tuviera éxito en la ópera, el joven Sibelius tenía un gran talento dramático demostrado en obras como la Sinfonía Kullervo o en muchos de sus poemas sinfónicos, con las citadas Cuatro Leyendas op. 22 a la cabeza.

Mucho menos conocida que sus sinfonías y sus poemas sinfónicos es la producción liederística de Sibelius, y es una auténtica lástima, porque encierra algunas obras maestras. Las causas pueden estar en la dificultad del idioma, finlandés y sueco, y el relativo poco número de grandes cantantes capaces de cantar en esos idiomas, que se han interesado por ese repertorio. 

El finlandés Tom Krause y la sueca Elisabeth Söderström con los pianos de Irwin Gage y Vladimir Ashkenazy fueron los primeros en grabar la integral de canciones de Sibelius en los años ochenta del siglo pasado para DECCA. Posteriormente Monica Groop y Anne Sophie von Otter han grabado para BIS la producción sibeliana, muy bien interpretada, pero lejos del milagro de DECCA.

Qué es lo que hay en estos discos para que digamos que Sibelius compuso algunas piezas excelentes en el campo del lied. Para muestra empezaremos con el más teatral de los lieder sibelianos, una auténtica mini-ópera en cuatro minutos. 

El lied es La hija vuelve del encuentro con su amante op. 37 n° 5. publicado en 1906. El texto es del poeta nacional de Finlanda, Johan Ludvig Runeberg (1804-1877). Runeberg escribía en sueco, lengua que habla una minoría de finlandeses, pero que es oficial en Finlandia. Actualmente habla sueco algo más de un cinco por ciento de la población del país nórdico.

La historia nos cuenta que una joven tiene un amante y oculta a su madre esta relación, hasta que un día llega a casa pálida y cuenta la verdad a su madre, su amante la ha traicionado y ella quiere morir.




Flickan kom ifrån sin älsklings möte,
kom med röda händer. Modern sade:
"Varav rodna dina händer, flicka?"
Flickan sade: "Jag har plockat rosor
och på törnen stungit mina händer."

Åter kom hon från sin älsklings möte,
kom med röda läppar. Modern sade:
"Varav rodna dina läppar, flicka?"
Flickan sade: "Jag har ätit hallon
och med saften målat mina läppar."

Åter kom hon från sin älsklings möte,
kom med bleka kinder. Modern sade:
"Varav blekna dina kinder, flicka?"
Flickan sade: "Red en grav, o moder!
Göm mig där och ställ ett kors däröver,
och på korset rista, som jag säger:

En gång kom hon hem med röda händer,
ty de rodnat mellan älskarns händer.
En gång kom hon hem med röda läppar,
ty de rodnat under älskarns läppar.
Senast kom hon hem med bleka kinder,
ty de bleknat genom älskarns otro."

Johan Ludvig Runeberg
La hija vuelve del encuentro con su amante,
vuelve con las manos rojas.  La madre dice:
"¿Por qué tienes las manos rojas, hija?"
La hija dice:  "Estuve recogiendo rosas
y me pinché las manos con las espinas."

Otra vez vuelve del encuentro con su amante,
vuelve con los labios rojos.  La madre dice:
"¿Por qué están rojos tus labios, hija?"
La hija dice:  "He comido frambuesas
y he manchado mis labios con su zumo."

Otra vez vuelve del encuentro con su amante,
vuelve con las mejillas pálidas.  La madre dice:
"¿Por qué tienes las mejillas tan pálidas, hija?"
La hija dice:  "¡Oh madre! cava una tumba para mi,
Entiérrame en ella y pon una cruz encima,
y escribe en la cruz lo que te voy a decir:

"Una vez ella regresó con las manos rojas,
se habían vuelto rojas entre las manos de su amante.
Una vez regresó con los labios rojos,
se habían vuelto rojos bajo los labios de su amante.
Al final regresó con las mejillas pálidas,
habían palidecido por la traición de su amante." (1)

Johan Ludvig Runeberg



Veamos qué hizo Sibelius con este texto. Comienza con una majestuosa introducción, que enseguida toma la voz del narrador para contar que la hija vuelve del encuentro con su amante. Se produce el breve diálogo entre madre e hija y la estrofa acaba con la música que se apaga lentamente. La segunda estrofa es exactamente igual a la primera, lo que hace pensar que estamos ante un lied estrófico al uso, pero las cosas cambian en la tercera estrofa. El narrador comienza en piano. La melodía es la misma, pero el acompañamiento es inquieto. La pregunta de la madre es nerviosa y la respuesta de la hija desesperada, ¡Oh madre! cava una tumba para mi. Ahora, de forma dramática la hija va a contar la verdad a su madre, quiere que la escriba en la cruz de la tumba. La tercera estrofa acaba en forte con las palabras de la hija. La cuarta estrofa recoge el material melódico anterior mientras explica las andanzas de la hija con su amante. Cuando la hija regresa con las mejillas pálidas, la música va apianando, para acabar revelando, desconsoladamente, la traición. 

Lamentablemente, no están disponibles las versiones de Tom Krause, DECCA y FINLANDIA, que hace de este lied una auténtica creación, ni la versión orquestal de una Kirsten Flagstad, ya madura, vuelve a demostrar que fue la más grande. En su lugar escucharemos a la lírica Barbara Bonney, que siempre tuvo un vínculo especial con la música nórdica, con Antonio Pappano al piano.




(1) He traducido el texto a partir de una versión en inglés. 


lunes, 1 de diciembre de 2014

"Stille Nacht!"

A unos quince kilómetros de Salzburgo, en la orilla bávara del río Salzach, se encuentra la bella ciudad de Laufen. Laufen situada en un meandro sobre el río Salzach, tiene un hermoso puente modernista que une Alemania y Austria. Al cruzar el puente te encuentras en otra ciudad, y en otro país. Oberndorf, cuyo nombre completo es Oberndorf bei Salzburg, lo que sería Oberndorf junto a Salzburgo; es esa otra ciudad. La primera vez que crucé ese puente algo me llamó la atención, un indicador que marca el camino a la Stille Nacht Kapelle. La curiosidad me hizo visitar la capilla y entonces me enteré que el célebre villancico Stille Nacht (Noche de Paz) de Franz Xaver Gruber, se había estrenado en esta localidad en la Nochebuena de 1818. 


'Stille Nacht Kapelle' en Oberndorf bei Salzburg

Joseph Mohr nacido en Salzburgo en 1792. Fue uno de los muchos hijos ilegítimos del militar Franz Mohr y de Anna Schoiber, que finalmente se convirtió en su mujer. Joseph fue un párroco austriaco que realizó diferentes funciones en varias parroquias del Arzobispado de Salzburgo. En 1816 Mohr escribió un poema de tema navideño que comenzaba con el verso Stille Nacht, heilige Nacht! (¡Noche tranquila, noche sagrada!). En septiembre de 1817, Joseph Mohr fue destinado como párroco ayudante a la pequeña localidad de Oberndorf bei Salzburg.

Conrad Franz Xaver Gruber nació en 1787 en Hochburg-Ach en la Alta Austria. Maestro y organista, obtuvo su título en Salzburgo en 1806. Ejerció su labor docente en varias ciudades austriacas. En 1816 Gruber fue destinado a Oberndorf bei Salzburg.

Estamos en 1818, se acerca la Navidad. Joseph Mohr se dirige al maestro del pueblo, Franz Xaver Gruber, y le presenta un poema con el ruego de que componga una melodía para acompañarlo y poderlo interpretar esa Nochebuena. Gruber accedió y trabajó en la música para el poema de Mohr.

Parroquia de San Nicolás en Oberndorf, Nochebuena de 1818. Entre los actos para celebrar la Nochebuena, el organista y maestro Franz Xaver Gruber presenta una composición sobre un poema del párroco ayudante Joseph Mohr. Ambos cantan, el compositor como bajo y el párroco como tenor. A su vez, éste realiza el acompañamiento con una guitarra.  Según cuenta la leyenda el órgano de San Nicolás estaba dañado y hubo que recurrir al medio más barato disponible.

En septiembre de 1819 Joseph Mohr abandonó Oberndorf, otros destinos se sucedieron hasta su fallecimiento en Wagrain en 1848.

En 1829 Gruber también dejó Oberndorf, se casó dos veces, tuvo diez hijos y fue maestro en distintas localidades, falleció en Hallein en 1863.

La composición de Gruber y Mohr fue olvidada rápidamente, sólo era la obra de un párroco y de un maestro de pueblo. Hay muchas leyendas de cómo se hizo popular. Al parecer una copia impresa en Dresde, que aparecía como canción popular, le gustaba mucho al Rey Federico Guillermo IV de Prusia. Fue por su insistencia, por lo que se pudo averiguar quienes habían sido sus creadores, Gruber vivía todavía.

En el siglo XX el villancico se hizo tan famoso que fue  traducido a más de trescientos idiomas y sobre él se han realizado todo tipo de versiones. En 2011 fue incluido por la UNESCO en la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

En la década de 1890 una de las riadas del Salzach se llevó la Iglesia de San Nicolás de Oberndorf, el nuevo templo fue construido en una ubicación más alejada del río. En el lugar donde estaba la iglesia, una pequeña capilla recuerda el lugar donde sonaron por primera vez las notas de Stille Nacht

Monumento a Gruber y Mohr en Oberndorf

La version española del poema, es muy libre, tanto que poco tiene que ver con el original. El poema tiene seis estrofas, habitualmente solo se cantan tres cuyo texto ha sido modernizado, son las que podemos leer a continuación con su traducción al español.



Stille Nacht, heilige Nacht!
Alles schläft, einsam wacht
Nur das traute, hochheilige Paar.
Holder Knabe im lockigen Haar,
Schlaf in himmlischer Ruh,
Schlaf in himmlischer Ruh.

Stille Nacht, heilige Nacht!
Gottes Sohn, o wie lacht
Lieb aus deinem göttlichen Mund,
Da uns schlägt die rettende Stund,
Christ, in deiner Geburt,
Christ, in deiner Geburt.

Stille Nacht, Heilige Nacht!
Hirten erst kundgemacht,
Durch der Engel Halleluja.
Tönt es laut von fern und nah:
Christ, der Retter ist da,
Christ, der Retter ist da!
¡Noche tranquila, noche sagrada!
Todos duermen, sola está en vela
La fiel, la sagrada pareja.
Dulce niño de pelo rizado,
Duerme con paz celestial,
Duerme con paz celestial.

¡Noche tranquila, noche sagrada!
Hijo de Dios, como sonríes
amoroso con tus divinos labios,
Llegó para nosotros la hora de la salvación
Cristo, con tu nacimiento,
Cristo, con tu nacimiento.

¡Noche tranquila, noche sagrada!
Los pastores primeros en promulgarlo,
por el Aleluya de los ángeles.
Suene fuerte aquí y allá:
¡Cristo, el salvador está aquí
Cristo, el salvador está aquí!


Stille Nacht de Gruber y Mohr tal como debió sonar por
primera vez en la Nochebuena de 1818.