miércoles, 18 de diciembre de 2013

Goethe y la música (IV): "Obertura Fausto" de Richard Wagner

La influencia de Johann Wolfgang Goethe en la vida cultural europea del siglo XIX fue inmensa, tanto en los países de lengua alemana como en el resto; a los que llegó con las correspondientes traducciones de su obra. Pero dentro de toda la producción goethiana, hay una obra que iba a cambiar el marco ideológico del siglo XIX, me refiero, naturalmente, a Fausto. Tengo previsto dedicar varias entradas a la gran obra de Goethe, ya comencé con El diablo en la taberna. Hoy no me voy a detener mucho en la propia obra de Goethe, prefiero hacerlo cuando trate obras de mayor formato que la de hoy. La elección de la Eine Faust-Ouvertüre (Una obertura a Fausto) de Richard Wagner, noes tanto por la importancia que tiene dentro de las obras inspiradas en Goethe, como para cerrar el Año Wagner con una de las dos obras que el compositor sajón dedicó al Fausto goethiano.

Goethe a los 79 años por J. K. Stieler
Un muy joven Wagner escribió sus Siete composiciones sobre el Fausto de Goethe una obra en la que combina varios lieder, coros y hasta un melodrama (texto recitado con música), todo ello con acompañamiento pianístico. Es una obra desconocida y muy poco grabada, pero que tiene un valor más que documental, el problema es que la calidad de la obra posterior de Wagner relegó estas obras de juventud a un olvido, no siempre justificado. Sobre una de estas canciones, la Canción de la pulga nos habló el blog de Lederabend.cat.       

Wagner en 1842. Retrato de Ernst Benedikt Kietz
Wagner iba a dedicar una segunda composición al mito de Fausto. En los últimos días de 1839, en la infortunada primera estancia de Wagner en París y bajo la influencia de la Sinfonía dramática Romeo y Julieta de Hector Berlioz, Wagner se aprestó a escribir su propia sinfonía, posiblemente dramática, pero no dedicada a Shakespeare, sino a Goethe. Wagner trabajó en la obra durante 1840 y compuso el primer movimiento. Wagner, convencido de que no iba a acabar esta sinfonía, absorbido por el trabajo en Rienzi y El holandés errante, abandonó definitivamente el proyecto, pero arregló el movimiento concluido, aportando alguna idea que tenía para los otros movimientos y lo convirtió en Una obertura a Fausto u Obertura Fausto como se conoce comúnmente la obra. La pieza así finalizada, se estrenó en Dresde el 22 de julio de 1844, dirigida por el mismo Richard Wagner.

El que si que se iba a lanzar a la composición de una sinfonía sobre Fausto, fue su amigo Franz Liszt, que finalizó la primera versión de su sinfonía en 1854. Bajo esta influencia, Wagner revisó su obertura. La versión revisada se estrenó el 23 de enero de 1855.  

En sus Autobiographische Skizze (Esbozos autobiográficos) de 1842 (en Richard Wagner Ausgewählte Schriften und Briefe, Fischer Verlag, Frankfurt 2013), Wagner se refiere a la composición en el invierno de 1839 a 1840 de una obertura basada en el la primera parte de Fausto. Esta obertura que presenta sólo el carácter de Fausto, pero sabemos que iba a ser una sinfonía, de la que llegó a esbozar otro movimiento dedicado a Margarita. Esto nos hace pensar que, de haber continuado el proyecto, quizá hubiera alcanzado una solución muy parecida a la que llegó su amigo Franz Liszt con la primera versión de su Sinfonía Fausto.

La obra se inicia gravemente, con la tuba y los contrabajos. La introducción nos lleva a hasta un motivo temáticamente emparentado con el inicio de la Obertura de Las hadas (1:33), la primera ópera completada por Wagner. En el desarrollo este tema dará origen el motivo de Fausto. La lenta introducción finaliza con un golpe (2:27). Tarda en aparecer el motivo de Fausto (5:36). El motivo va creciendo en intensidad hasta que vuelve para decrecer y dar paso al tema anterior que se vuelve mucho más agitado (8:50), en el desarrollo final oiremos la voz de Fausto espisódicamente, hasta llegar a la coda (10:42) que concluirá la obra de forma sosegada.

Jascha Horenstein y la Orquesta Sinfónica de la BBC del Norte (Manchester) nos brindan una de las mejores intepretaciones de esta obertura, en un concierto en vivo de abril de 1972. 

 

Escuchemos ahora la obertura de Las hadas. Después de la larga nota inicial aparece el tema que bebe en la misma fuente que el de la Obertura Fausto.  Francesco d'Avalos y la Philharmonia Orchestra de Londres interpretan la obertura de Las Hadas.

 

Estas dos bellas oberturas románticas, con sabor a Weber y Schumann muestran al compositor que ya domina el oficio, con bella música en ambas, pero sin aún sin un estilo propio. Estaba a punto de llegar, tras acabar Rienzi, Wagner se embarcó, nunca mejor dicho, en la composición de El holandés errante. Wagner se había convertido en Wagner.    

3 comentarios:

  1. De nada ;-)
    Por cierto, gracias por la recomendación en Facebook, ayer Hans Hotter recibió muchas visitas :-)

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  2. Hans Hotter se merece todas las visitas del mundo :)

    Se me pasó la entrada en su día porque estaba de bolos por Viena xD

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