Richard Wagner |
El Ocaso de los Dioses (Götterdämmerung), última de las jornadas de El anillo del nibelungo de Richard Wagner tiene uno de los finales más bellos y, a la vez, espectaculares del teatro musical de todos los tiempos. Tras una de las escenas más exigidas para la voz de soprano dramática de toda la historia, la conocida como la Inmolación de Brünnhilde, en la escena asistimos al fuego de la pira funeraria de Siegfried, a la que se lanza Brünnhilde con su caballo y al desbordamiento del Rin. Sólo el malvado Hagen cantará su desesperado Zurück vom Ring! (¡Aquí el anillo!), al ver aparecer a las Hijas del Rin. que van a recuperar por fin el oro que les fue arrebatado. Entre estas últimas notas cantadas por Hagen y el final de la obra queda aún un buen puñado de compases, en los que Wagner, sólo con el uso de la gran orquesta, nos va a contar el final del drama. Las Hijas del Rin recuperan el oro y nadan felices en el río que desbordado ha ocupado la escena. El gran palacio de los dioses, el Wallhall va ser consumido por las llamas del enfurecido Loge que recupera así su libertad. Es el ocaso de los dioses, tal como reza el título de la obra. Al final esa redención por el amor goethiana, ya tratada por Wagner en una obra tan lejana como el juvenil El holandés errante, sonará en la orquesta como un mensaje de esperanza.
Inmolación de Brünnhilde por Arthur Rackham |
Todo este final orquestal que transcurre entre la muerte de Hagen y el
final de la obra es el que voy a intentar explicar con la ayuda de unos
cuantos ejemplos. Sólo me voy a centrar en aspectos estrictamente musicales. La génesis de la obra, sus cambios o las diferentes ideologías que subyacen en ella, exceden la intención de esta entrada. Tiempo habrá en un futuro para dedicarles la atención que se merecen.
¿De qué se vale Wagner para llevar a cabo este final sin canto? La respuesta es sencilla, utiliza varios de los leitmotiv que han ido apareciendo en la obra, alguno que no sonaba desde la primera escena del prólogo El oro del Rin. De esta forma, Wagner parece contestar, con un ejemplo práctico, al irónico Debussy que argumentaba que los leitmotiv no son más que tarjetas de presentación que entregan los personajes; que un uso adecuado del leitmotiv es muchísimo más que eso.
Para intentar explicar lo que hace Wagner en este final me voy a servir de un video con una versión, sólo instrumental, de la Orquesta Nacional de España con Josep Pons. Se inicia la escena final con el canto de Brünnhilde Grane, mein Roß! Sei mir gegrüßt! (¡Te saludo! ¡Grane, caballo mío!) una vez encendida la pira funeraria. Suena el tema de las walkyrias, el de la redención por el amor, el del fuego mágico, hasta que el Rin se desborda y Hagen dice sus últimas palabras. Este vídeo, grabado en un concierto en el Auditorio Nacional de Madrid, tiene la ventaja de que podemos ir viendo el uso que Wagner hace de las diferentes familias orquestales en cada momento. Ahora será todo el poder descriptivo de la orquesta wagneriana el que nos narrará el final del drama.
Hagen muere en el 3:40, suena por última vez la maldición del anillo. A partir de ahora los diferentes leitmotiv nos van a relatar el final de la tragedia. Suena el tema de las Hijas del Rin en las maderas (3:54), pero no es un motivo al azar de los que se asocian con ellas, es el tema con el que se inició El Oro del Rin después del preludio. ¿Por qué usa Wagner ese tema y no el del Oro? Es otra de las genialidades del Maestro, cuando Woglinde inicia el canto con su Weia! Waga! Woge, du Welle! (¡Weia! ¡Waga! ¡Mécete ola!) el estado natural, por lo que respecta al Rin y su oro, aún no se había alterado por la acción de Alberich; así que una vez recuperado el oro y liberado de la maldición por la acción purificadora del fuego, en la orquesta suena el mismo tema. El orden natural ha sido reestablecido. Escuchemos ahora este motivo cuando aparece por primera vez, apenas iniciado El Oro del Rin. Las alegres ondinas nadan despreocupadas, ajenas al drama que se va a desencadenar en pocos minutos. Este es uno de los temas que representan la naturaleza inocente, contra la que se produce la lucha por el poder representado por el oro.
En el minuto 4:04 aparece otro motivo, esta vez en los metales, es el tema del Walhall, con él Wagner nos indica que el fuego está a punto de llegar a la fortaleza de los dioses para arrasarlo todo. Escuchamos la primera vez que aparece el tema del Walhall al final del interludio entre la primera y la segunda escenas de El oro del Rin. La música es aquí bella y majestuosa.
En 4:12 se repite por segunda vez el tema de las Hijas del Rin, pero enseguida llega una variación sobre la exposición anterior, en 4:15 aparece en las cuerdas una bellísima melodía, es el motivo de la redención, ambos motivos entrelazados culminan en 4:25 con la reaparición del Walhall en los metales. El motivo de la redención aparece por primera vez en La Walkyria cuando Sieglinde se despide de Brünnhilde, que permanece en escena para aplacar la ira de Wotan. En el siguiente ejemplo, de la Ópera de Baviera bajo la dirección de Wolfgang Sawallisch, nos lo canta Cheryl Studer (1:20). La walkyria es Hildegard Behrens.
Al finalizar la tecera repetición del motivo de Las hijas del Rin y el de la redención toma protagonismo el motivo del Walhall, siempre en los metales (4:41), pero algo está pasando con el tema, no se desarrolla como debiera, parece que se está descomponiendo. Además han empezado a oírse en las cuerdas unas fuguraciones que no habían aparecido hasta ahora. La razón es clara, esas figuraciones forman parte del tema del fuego mágico. Después de unos cuantos compases, en las maderas se escucha el motivo del fuego con mayor intensidad que el del Walhall (5:30), Loge ha llegado, la fortaleza está ardiendo, el ocaso de los dioses se ha consumado. En el siguiente ejemplo de La Walkyria aparece el tema de Loge en su faceta de fuego mágico (desde el 0:20 hasta el final, con breves apariciones del motivo del sueño mágico).
Wagner, aún hace sonar por última vez el motivo de Siegfried (5:45), causante final, a su pesar, de toda la tragedia. Aprovechando el ejemplo del fuego mágico escuchamos a Hans Hotter cantar premonitoriamiente Wer meines Speeres Spitze fürchtet / durchschreite das Feuer nie! (¡Quien tema la punta de mi lanza / no traspase jamás este fuego!), la melodía no es otra que el motivo de Siegfried (2:15) que enseguida es repetida por los metales, para, tras la aparición del sueño mágico, volver al motivo del fuego hasta el final de la obra. Georg Solti y la Filarmónica de Viena son los intérpretes de esta maravilla.
Pero volvamos al Ocaso de los Dioses, con la expansión del motivo de Siegfried parece que la obra va a finalizar. Pero no es así, la obra no puede acabar en una tragedia total de fuego y destrucción. Con una reducción de la dinámica, que algunos directores, como Pons en nuestro ejemplo (5:59), convierten en un silencio inexistente en la partitura, Wagner va a finalizar la Tetralogía con el motivo de la redención, ahora ya en solitario, dando al público un mensaje de esperanza al que me referí en la introducción (6:02).
Y para acabar, no me puedo resistir a poner entera la escena de la Inmolación de Brünnhilde. La canta, y como, la mezzo Christa Ludwig, que se prestó a cantar esta escena y la Muerte de Isolde, papeles que nunca cantó en escena, en un concierto en Hamburgo el 24 de marzo de 1963. El concierto era uno de los actos del Año Wagner (150º aniversario de su muerte) y dirigiendo a la Orquesta Sinfónica de la Radio del Norte de Alemania (NDR), estaba la razón por la que Christa Ludwig cantó tan exigidas escenas. El viejo Hans Knappertsbusch iba a dar otra de las lecciones que sólo él era capaz de dar. Para escuchar y disfrutar una y otra vez.
Fantástico post Manuel. Es lo bueno de tu blog, tendremos Wagner y a montones. Para los que disfrutamos de su música, va a ser un deleite leerte. Ahora bien, en pocos días ya tienes dos entradas en el blog, en breve pasarás al mio en productividad. Agradezco mucho la intención de escribir sobre Wagner y mostrarnos algunos de sus leitmotivs, estoy seguro que me ayudarán cuando aborde las obras wagnerianas en mi portal. Espero más entradas. Saludos :)
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarPues me temo que si, aunque aparezcan otros compositores, Wagner siempre será recurrente. En cuanto a la "productividad" del blog no me pongo objetivos, lo que vaya saliendo, imagino que al principio siempre escribes más y después te moderas. Ya se irá viendo.
Saludos.